¿Qué dificultar podríamos encontrar en ello? Es de las primeras preguntas que seguramente como lector te hagas, y ya mismo te contesto, dificultad realmente ninguna, equivocaciones, sin embargo y por desagracia, muchas.
Enumerémoslas:
- No respetas el orden adecuado. ¿De qué orden estamos hablando? Del único que deberíamos, los sérums/lociones/cremas deben siempre aplicarse desde el de menor peso molecular al de mayor, es muy fácil observar su textura para adivinarlo. Te pongo un ejemplo correcto: primero tu tónico, tu mascarilla con multi esencias, tu principio activo de vitamina c, después tu sérum hidratante, tu crema de noche, y por último un aceite rico en licopeno.
2. Aplicas demasiada cantidad. Este error queridos/as lectores/as he de decir que es de mis más comunes equivocaciones, y es que te piensas que por aplicar mucho, más se va a beneficiar tu piel, y para nada, tu piel tan sólo absorberá lo que sea capaz. ¿Recuerdas el concepto de disolución saturada en el instituto? Bien podríamos asemejarlo.
3. Mezclas ingredientes/principios activos que no deberías. Es bien sabido que hay principios que juntos, lo menos malo que te puede pasar es que neutralicen sus efectos y no te beneficies de ellos, como juntar la vitamina C y la niacinamida, y hay otros que juntos te pueden llevar a más de una irritación, como por ejemplo mezclar dos ácidos bastantes exfoliantes como el ácido glicólico y el salicílico. Revisa bien los productos que utilizas e investígalos, puede que te acabes llevando una sorpresa, (mala).
4.Utilizas principios activos fotosensibles por el día. Resulta que una de tus marcas favoritas ha lanzado su última novedad toda contenida en un sérum de retinol, y tú decides aplicártelo día y noche para potenciar sus efectos, ¡Error! El retinol es extremadamente fotosensible y puede provocarte los efectos contrarios si lo utilizas de día, así que no olvides revisar cuál de tus sérums lo es para ponerle remedio.
5. No masajeas correctamente tu rostro. Durante muchos años hemos subestimado el modo de aplicar nuestro sérum, nos frotábamos bien la cara y ya está; pues de eso nada, nuestro sérum debe ser aplicado con suavidad por todo nuestro rostro y los movimientos deben ser los mismos que si aplicáramos un rodillo de jade, es decir, desde el centro de la cara al exterior, pero siempre con movimientos ascendentes desde nuestra mandíbula para no contribuir a la flacidez. Del mismo modo, si no realizamos correctamente este tipo de masaje, lo más probable es que nuestro sérum no se absorba bien y acabe formando las odiadas pelotillas, que junto con el error número dos, acabamos preparando un emplasto antiedad, pero emplasto que no se absorbería ni una de nuestras noches más largas.
¿Cuáles son tus errores comunes al aplicar tu sérum? ¡Quiero saberlos todos, no te cortes!